Últimamente he abrumado a muchas personas repitiéndoles lo mismo "Actitud ante todo", "Lo que importa es cómo enfrentas los problemas" etc. Pero es cierto, claro que la actitud no te va a solucionar el problema, pero estar amargado, enojado, y desquitarte con cuanto inocente fulano se atraviesa en tu camino pues menos, bastante introducción, mejor pasaré a lo que concierne:
Desde hace algunos días he pensado mucho sobre ¿Qué hago de
mi vida?, más importante aún ¿Qué quiero de ella?
Y es que a todos nos sucede en algún punto de la vida, despiertas y te das cuenta de que no has hecho nada productivo, o no es lo que quieres, o lo que mereces, siempre esperamos por “La oportunidad perfecta”, “La persona perfecta”, “El momento adecuado” y demás cursilerías prefabricadas para programarnos una mediocridad inherente a nuestra naturaleza humana, para mantenernos en una zona de confort en la que nada nos moleste y no necesitemos esforzarnos por obtener nada “porque no es el momento perfecto”, o simplemente no lo consideramos necesario.
Pero, ¿Qué sucede si ese momento nunca llega?, no creo que
nos gustaría morir esperándolo, menos aún ser conformistas, desde mi punto de
vista el momento perfecto es SIEMPRE, explicare un poco de lo que yo pienso:
Cada día representa una oportunidad para todos y cada uno;
oportunidad para conseguir empleo, o para leer ese libro que dejamos olvidado
por falta de tiempo, oportunidades de convivir con la familia, oportunidad de
conocer un poco más de nosotros mismos, y por qué no oportunidad de enamorarte
de nuevo y hacerle saber a esa persona lo que sientes. Dicen por ahí que “El
que no arriesga, no gana” y es muy cierto, de entrada no importa lo que hagas
existe un “NO” cómo respuesta, es decir, si no tratas el NO es automático, y si
lo intentas en el peor de los casos te toparas con esta respuesta negativa,
pero… ¿Por qué pensar negativamente?,
¡CLARO! Porque es más fácil rendirnos que hacer un esfuerzo, y es que pocas
veces pensamos en los beneficios que podemos obtener, es cierto que podemos
fracasar, pero… ¿Y si ganamos?, ¿Y si me dan el empleo, Y si consigo ese
ascenso, Y si yo también le gusto?.
Esto es fácil, ¿NO?, pues la verdad es que no es fácil, pero
tampoco imposible, requiere de esfuerzo, pero no te fatigues tratando de
cambiar todo en un solo día, repártelo en pequeñas actitudes que puedes tomar
cada día de tu vida, propón metas pequeñas que sumadas, darán un gran
resultado, “hoy voy a sonreír más”, “estudiaré más para ser un poco menos
ignorante”, “le invitaré un café o platicaré un poco más con ella (él)”; Son
cosas que en realidad podemos hacer sin
un mayor esfuerzo ni sacrificar nada que nos cueste, quizás los primeros días
sea complicado mantener una actitud positiva aun cuando no hay ningún cambio,
pero si observas detenidamente tu alrededor notarás que tu actitud influye en
la de otras personas, si estás enojado y ves a alguien sonreírte amablemente
¿No es más sencillo adquirir su alegría que repartir tu enojo?.
Y bueno, pues este es mi intento por mejorar al mundo, ¿Quién dice que no puedo hacerlo?, Si sólo logro que una persona entienda y aplique lo que digo estaré satisfecho, y si nadie lo hace, a seguir intentando, creo que todos tenemos el potencial de influir en los demás, esto se trata de intentar hasta conseguir algún resultado, y no desistir, claro que podemos fracasar 1000 veces, pero sí sólo una de esas veces es un éxito, entonces habremos logrado nuestro cometido.
Así que ánimo, y cómo una persona que estimo mucho me dijo hace tiempo (cabe aclarar que soy agnóstico, pero es un gran pensamiento): "Dios le da problemas a las personas, porque son lo suficientemente fuertes para superarlos"
